Tal como se indica en el libro de Ortografía de la lengua española (2010), la principal función de la mayúscula en español es diferenciar los nombres comunes de los nombres propios: los primeros se escriben con mayúscula inicial, mientras los segundos deben escribirse con minúscula.
En el caso de los medicamentos, los nombres comerciales corresponden a nombres propios, por lo que deben escribirse con letra mayúscula al principio de palabra; este es el caso de «Prozac», «Nolotil» y «Pepto-Bismol». Por el contrario, los principios activos de estos mismos fármacos son nombres comunes, y se deberán escribir con letras minúsculas: «fluoxetina», «metamizol» y «subsalicilato de bismuto», respectivamente.
No obstante, los nombres comerciales de algunos medicamentos se han convertido en emblema de la fórmula que contienen, por lo que han pasado a designar a cualquier producto que contenga las propiedades de la fórmula original. Al respecto, la Real Academia Española también indica en su libro de Ortografía que estos nombres comerciales se utilizan como nombres comunes, por lo que deben escribirse con letra minúscula. Por ejemplo: «Tomaré una aspirina para este dolor de cabeza» y «Cubre esa herida con un curita».
Fuentes de consulta: